lunes, 30 de abril de 2012

Fútbol moderno.

Vivimos en un mundo en constante evolución, que se encamina, si no lo es ya, a ser dominado en su totalidad por la tecnología y el marketing. Tal y como discurre todo, la preocupación y el cuidado de la imagen está consiguiendo dejar de lado principios de antes en realidad mucho más importantes. Esto, afecta a todos los aspectos de la vida, y por supuesto, al tema que concierne a este blog: El fútbol. 

Que las nuevas generaciones de futbolistas tienen poco que ver con las anteriores es un hecho evidente , cada día mas. No cabe duda de que todos ellos tienen en común con sus antecesores el amor por este deporte, aunque de manera muy diferente. 
Los futbolistas de antes, anteponían el fútbol a cualquier cosa, el fútbol de verdad, y no en lo que se ha convertido. Eran jugadores que vivían por y para entrenar y mejorar, y con ello ayudar a su equipo, en el que habitualmente pasaban la totalidad de su carrera. 
Los futbolistas de antes eran gente cercana al aficionado, lo más normal del mundo, y como debe ser, era escuchar o ver por la televisión entrevistas diarias con cualquiera de ellos, tus ídolos, ya fueran la estrella del equipo o tuvieran un rol secundario. 
La calidad de los jugadores de antes no tiene nada que ver con la de los de ahora, ya que estos, cada día más, son puros atletas y genios con el balón, que en muchos casos anteponen su lucimiento personal a la entrega y la pasión que se les supone cuando disputan un partido.
Los futbolistas de antes, en su mayoría, eran jugadores mucho mas limitados que salían al campo a morder, independientemente del rival y el partido, y a dejarse el alma por sus colores. Esta entrega, por encima de su calidad individual, se reflejaba en el amor y el reconocimiento que toda la grada les profesaba. 
En el fútbol de antes, sin duda un fútbol más duro y precario que el de ahora, lo habitual cada domingo era ver jugadores que recibían entradas durísimas que, a no ser en caso de lesión, se levantaban al instante, y con sus botas negras, gastadas por el uso en toda una temporada seguían con el juego para, una vez terminado el partido, acudir al centro del campo a saludar deportivamente al equipo rival, independientemente del resultado. 

Los futbolistas de ahora, salvo excepciones, llegan al campo en coches de lujo y en muchos casos, haciendo caso omiso a la afición que les aclama entregada. Hemos aceptado como algo normal ver a jugadores que se bajan del autobús del equipo con unos cascos mas grandes que su cabeza, y que ignoran a esos niños que llevan toda la tarde esperando su llegada. 
Ya es costumbre ver a los futbolistas salir al césped con sus peinados extravagantes y sus botas de mil y un colores, para retorcerse de dolor en el suelo por cualquier mínimo contacto que, como dijo mi amigo Felipe en la primera entrada de este blog, ni siquiera tumbaría a la más pequeña de sus hijas. 
Es habitual ver jugadores que besan el escudo que llevan en el pecho en un equipo para el año siguiente besarlo en el que les haya añadido un cero en la nómina. Jugadores con los que, por supuesto, conseguir una entrevista muchas veces es misión imposible. 

Este fútbol del que hablo con nostalgia, no es tan lejano, ya que jugadores como Raúl, Puyol, Maldini, Giggs, Del Piero y tantos otros, se pueden erigir como máximos estandartes del mismo. Se trata de jugadores que combinaron su calidad, con una entrega sin igual y un amor a unos colores que parece que poco a poco se están perdiendo. Todo ello, unido a unos valores de deportividad y compañerismo dentro del campo que, de seguir todo en la dirección en la que va, apunta a que se perderán. Esperemos que el fútbol actual de un giro y todo vaya, poco a poco, volviendo a la normalidad.


domingo, 29 de abril de 2012

Así se despide un mito.

Aún se me pone la piel de gallina al recordar cuando el líder de los ultras del Schalke, apenas una temporada después de su llegada al club bávaro, gritó aquello de "Cállense, va a hablar el Señor Raúl!" y todo el estadio, compañeros incluidos, se pusieron de rodillas. No es cuestión de venerar a un futbolista de manera exagerada, es cuestión de respeto. Y este país, hasta que no lo ha visto con una camiseta que no fuera blanca, no se lo ha concedido en la justa medida que se lo merece.

Nadie volverá a vestir el 7 azul sobre el césped del Veltins Arena. Esta semana una leyenda anunciaban en Gelsenkirchen su despedida del fútbol europeo. Algunos consideraron excesivo este gesto por parte de un club dónde sólo había militado dos temporadas. Otros, sólo pudimos secarnos una lágrima y aplaudir el gesto del Schalke 04, avergonzados hasta las entrañas de cómo abandonó nuestro eterno capitán el Santiago Bernabéu. Aún quedan, para satisfacción personal, caballeros en este deporte que saben reconocer los valores del fútbol. No se trata de gustos ni preferencias por un jugador, es sencillamente saber hacer las cosas. Y desde Alemania, nos han dado una severa lección.




Después de enmarcar su nombre y su dorsal para la posteridad, quisieron compartir su camiseta con todos los demás. En apenas dos días, una afición que sabe reconocer qué personas hacen grande esta afición que nos une a todos, ya habían retirado más de 20.000 camisetas que rezaban "Gracias señor Raul" con su, por fin, eterno número. Parece ser que no sólo el club considera oportuno que nadie vuelva a calzar el Siete. Es una pena que en España no nos hubieran preguntado. Así, se une a la lista de los Cruyff, Maldini, Puskas, Baggio, Maradona y Pelé. Con una pequeña diferencia, a ellos si les retiraron el dorsal en su casa.


Este fin de semana, Raúl jugaba en su nueva, pero eterna casa, su último partido. Perdón, el penúltimo. El club alemán le prepara un partido de homenaje para el año que viene. Es algo tan lógico, normal y evidente que se me olvidaba mencionarlo. Algún club no lo hizo. Las gradas se vistieron enteras con su nombre, las pancartas de agradecimiento emocionaban. Gracias le querían decir. Solamente Gracias una y otra vez. Gracias por honrar su camiseta. Gracias por vestirla con orgullo. Y gracias por sudarla cada vez que saltaba al terreno de juego. Eso Raúl lo lleva haciendo desde que dio su primera patada a la pelota, y aquella noche querían agradecérselo. El esfuerzo y la pasión que le pone al fútbol, no el tema de los estúpidos números, aunque sean abrumadores. Este deporte es algo más que Copas y estadísticas. Por eso no importan dos o quince temporadas. Estaba perdiendo la esperanza, y desde Alemania, me han gritado que hay gente que aún lo recuerda.




Después, me apostaría un brazo a que jugó los noventa minutos olvidando que aquella gente lo veneraba. Sin pensar un sólo segundo en que ya lo había hecho todo, que no tenía que demostrar nada, que era más un homenaje que un choque importante. Corrió, como siempre, como un chaval al que le dan una oportunidad con diecisiete años. Peleó, como siempre, cada balón cómo si fuera el último. Y acabó, cómo siempre, en el sitio oportuno en el momento adecuado para definir con la enorme clase que atesora y anotarse otro gol a su infinita cuenta. Hay cosas que no cambian nunca. La devoción del Siete por el fútbol ha quedado plasmada para siempre en la hierba del Veltins Arena y en cada retina de los espectadores. La grada le siguió diciendo gracias, gracias y mil veces gracias hasta que se marchó llorando. Por la puerta grande.

Por mi parte, sólo quiero darles, como ya hizo Raúl cien veces, las gracias a ellos por el tan justo homenaje. Han dado una enorme lección. Y si el Schalke a quedado para siempre en el corazón del Siete, también estará en el mío. Gracias.




El desenlace.

Nos acercamos al final de la Liga. Una vez finalizados los últimos encuentros del fin de semana, nos encontramos a tan solo tres jornadas para la conclusión del campeonato y con prácticamente todo por decidir.

A excepción del título de campeón, que quedó visto para sentencia tras la victoria del Real Madrid en el Camp Nou, aún hay abiertos varios puntos calientes en la clasificación.

Por un lado, en la parte alta, estas últimas jornadas servirán para decidir los dos equipos que acompañaran al Madrid y al Barça en la Champions, así como los que disputarán la Europa League.
A día de hoy, Valencia y Málaga se sitúan tercero y cuarto, y por tanto, son favoritos para optar a la máxima competición europea, sin olvidar al Levante. Los de "JIM", tras su increíble temporada, se hallan quintos a la espera de un tropiezo de sus predecesores que les permita meterse entre los cuatro primeros. También habrá que prestar atención a cual de ellos logra la tercera plaza, que da acceso directo a la competición sin necesidad de fase previa.
En lo referente a las plazas de acceso a la segunda competición continental, que hoy ocupan el citado Levante y el Atlético de Madrid, se prevee una dura lucha de estos dos equipos con otros como el Athletic de Bilbao o el Osasuna, tan solo un punto por debajo de los colchoneros, y otros algo más descolgados pero aún con opciones como el Sevilla, el Mallorca, el Espanyol e incluso el Getafe.

En la zona dramática de la tabla, y tras confirmarse el descenso del Racing de Santander, las tres últimas jornadas se antojan intensísimas para definir qué dos equipos acompañarán a los cántabros al infierno de la segunda división.
Ahora mismo, Sporting y Zaragoza, empatados a puntos, serían los descendidos, pero ambos se hallan en una buena racha y en las últimas jornadas han visto reducida la diferencia con el Villareal, que es quien marca la frontera de la salvación. Los amarillos, tras sus últimos tropiezos, han dejado escapar una diferencia que parecía relativamente cómoda y que ahora tan solo es de cuatro puntos. Esta situación, provoca que el partido que les enfrente este martes al Sporting se haya convertido en una auténtica final.
Otros equipos como el Granada, con un calendario más complicado que los anteriores, e incluso el Rayo, también pueden verse en esta lucha de aquí a final de liga.

Tres jornadas, tan solo nueve puntos, que marcarán la diferencia entre la alegría, la tristeza, el éxito y el fracaso. Aún queda un mundo por delante.

sábado, 28 de abril de 2012

Partidos de la jornada (Sábado)


Sábado 28

15:30
Bundesliga:
Schalke 04-Hertha Berlin: C+Fútbol
Bayern Munich-Stuttgart: Multideporte 2
Borussia M'Gladbach-Augsburg: Multideporte 3

16:00h
Premier League
Stoke City-Arsenal: C+Deportes 2, Sportmania
Wigan-Newcastle: Gol Stadium
Sunderland-Bolton: Gol Stadium
Everton-Fulham: Gol Stadium
Swansea-Wolverhampton: Gol Stadium
West Bromwich-Aston Villa: Gol Stadium
Segunda División
Valladolid-Cartagena: Marca TV

18:00h.
Primera División
Getafe-Mallorca: PPV, C+Liga2
Espanyol-Sporting de Gijón: PPV, C+Liga2
Real Sociedad-Racing de Santander: PPV, C+Liga2
Levante-Granada:  PPV, C+Liga2
Segunda División
Murcia-Sabadell: 7Murcia
Las Palmas-Huesca: Aragón TV, TV Canaria
Nástic-Alcoyano: Esports 3, Canal Nou 2
Almería-Depor: Canal Sur, CN2, ETB 
 
18:30h.
Premier League
Norwich-Liverpool: C+Fútbol.

20:00h.
Segunda División
Celta-Barcelona B: Gol TV, C+Liga

20:45h.
Serie A
Roma-Napoli: C+Fútbol

22:00h.
Primera División
Villareal-Osasuna: Autonómicas, La sexta.

viernes, 27 de abril de 2012

Pep y Tito

Como era previsible, después de todos los rumores que circulaban por los medios de comunicación, Pep Guardiola ha anunciado este mediodía que abandona el F.C.Barcelona.

En una rueda de prensa junto al presidente Sandro Rosell y el director técnico Andoni Zubizarreta, se ha despedido del club de su vida, alegando haber perdido las ganas y la pasión que tenía cuando empezó como entrenador en el filial. De esta forma, el Barcelona se queda sin el mejor y más laureado entrenador de su centenaria historia, que deja los escalofriantes números de 13 títulos de 18 posibles, que podrían ser 14 si logra la Copa del Rey frente al Athletic. Entre estos destacan, por encima de todos, dos Champions y tres ligas, que le devolvieron la hegemonía a nivel europeo y nacional que el club había perdido en las últimas temporadas de Rijkaard.

Durante estos días de incertidumbre, comenzaron las quinielas sobre quien sería el sustituto del de Santpedor, siendo los mejores colocados técnicos como Bielsa, Villas-Boas o Valverde. Finalmente, y contra todo pronóstico, Rosell anunció que el elegido será Tito Vilanova, mano derecha de Pep y hombre de la casa que goza de plena confianza por parte de la directiva.
Sin duda se trata de una decisión arriesgada, ya que se desconoce totalmente el rendimiento que puede dar un entrenador que no se ha estrenado a primer nivel, aunque hay que recordar que las dudas fueron idénticas cuando Guardiola asumió el mando del equipo azulgrana. Lo que queda claro es que se apuesta por un modelo continuista que ha devuelto parte de las esperanzas al barcelonismo y llenado, en una pequeña parte, el hueco que deja Pep. Tito se encuentra ante un reto importantísimo avalado por el propio Guardiola, como ha desvelado Zubizarreta.

Por último, no me gustaría concluir sin antes agradecer a Pep Guardiola todo lo que ha hecho por el fútbol, así como la forma en la que lo ha hecho. Se hizo cargo de un Barcelona en caida libre (recordemos que venían de hacerle el pasillo al Real Madrid), y lo convirtió en el mejor Barça de la historia, dejando un sello propio e inconfundible tanto en el juego como en su forma de actuar dentro y fuera del campo.
Gracias Pep.

jueves, 26 de abril de 2012

El cuento de Mourinho

Lo reconozco, el martes mi primera reacción fue de alegría. Pero no duró mucho. Yo quería jugar la final contra el Barcelona. Ya tenemos suficientes Copas adornado las vitrinas, quería reclamar la Corona de Europa por derecho, ganando al equipo que sigue sentado, pese a perder una batalla, en el trono. Los chicos de Pep alguna vez tenían que tambalearse. Y después de ganar la Liga en su propio estadio, sólo la posibilidad de derrotarlos en la final de Champions suponía aliciente suficiente, cómo para obviar las consecuencias de la derrota. Sigo buscando madridistas que apoyen esta postura. La mayoría preferían celebrar cada tarjeta de suspensión que les sacaban a los "Blues". No me cansaré de repetirlo, tenemos demasiado miedo.

 El caso es que nos vimos levantando la Décima antes de empezar el partido. No estaba mal del todo, hay que creer en lo que uno hace. Y todos sabíamos que íbamos a ganar. No teníamos ninguna duda. Así saltó el Madrid al campo y así se adelantó en la eliminatoria en apenas quince minutos. Salieron mordieron hasta tomar ventaja, igual que el fin de semana pasado en Liga, y entonces, se asustaron y se volvieron pequeños, exactamente igual que el fin de semana pasado en Liga. Otra vez sin ideas, sin fútbol, sin jugar a nada. Pero por supuesto que eso no era lo peor, la apatía del conjunto blanco era bochornosa. En rueda de prensa Mou nos leyó en su cuento que estaban cansados. Amigo José, hace tres días que se acabó el otro partido. El resto del planeta, trabaja y estudia más de 8 horas diarias, antes de jugar 90 minutos al fútbol con sus amigos, sin trofeos ni compensaciones multimillonarias. Y lo hacen con muchas más ganas. No se puede jugar una semifinal de Champions con la intensidad de la Copa Santiago Bernabéu. Juanito, dijo un día: Mi único estimulante fue la camiseta blanca. Para Özil y compañía no parece ser motivación suficiente.




No soy de los que se tira del carro después de una derrota, y quiere cambiarlo todo, y borrar a cada uno de sus jugadores. Pero esta crítica la empecé después de dejar la Liga vista para sentencia, y es justo que la siga ahora. No creo que el problema sean los jugadores, obviando la decepción que me supuso ayer su falta de hambre. Confío en esta plantilla, de una calidad enorme y aún mucha juventud. Tampoco señalo a Mou, sus resultados son incuestionables, pero espero que algún día le inventen el título de mejor entrenador de la historia y nos deje tranquilos. En rueda de prensa, siempre con el mismo cuento entre las manos, buscó sus páginas favoritas para recordarnos las semifinales en las que él ha estado, y sus triunfos anteriores. No sé con que cara cantan 80.000 almas en el estadio aquello de "Cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores..." José no es del Oporto ni del Chelsea ni del Inter. Tampoco ahora es del Madrid. José es de José. Y una vez más, volvió a demostrarlo. José quiere ser grande, y no le importa hacer pequeño todo lo demás.

Él no distingue un club de otro, todo lo suma en su cuenta personal. No quiero ser del pequeño F.C. Mourinho, aunque salga campeón cada temporada. Después de 15 minutos jugando para poner rumbo a Münich, un equipo que decía ser el Real Madrid, jugó otros 105, sobre el césped de su Santiago Bernabéu, delante de su público y en una semifinal de su Copa por excelencia, buscando la tanda de penaltis. Eso es de equipo pequeño.

miércoles, 25 de abril de 2012

Fútbol

Sale el sol y ya estoy pensando en ello, cinco o seis largos días por delante en los que hacer cavalas sobre lo que puede deparar el fin de semana.
Durante la semana la prensa deportiva habla de sus chismorreos, el partido de liga interna, un amigo jugando a fútbol profesional o la simple charla de Champions entre cervezas llevan nuestras mentes a un fácil salvoconducto llamado fútbol, donde la linea entre lo precioso y lo indeseable es muy fina.

Gracias a este nuestras preocupaciones dejan de serlo durante noventa minutos, todo lo que no podemos expresar en nuestra vida personal lo soltamos, como cráter lava, sin dejar a nadie del club sin calificativo. La fuerza del fútbol es el poder máximo de la mayoría de nosotros, donde nuestra palabra toma un valor especial y todos hablamos de igual a igual, muchas veces haciendo del insulto gratuito sin conocimiento una ciencia.

Fútbol, en la victoria donde todo son risas y paseos triunfales de los gladiadores; mientras que en la derrota señalamos a ciertos "mercenarios el campo" y focalizamos nuestra ira en el palco presidencial.

En mi modesta opinión, intentando buscar algún símil cercano, tu equipo es como un difícil examen final de Julio, donde en Agosto celebras el verano con tus grandes compañeros planeando el próximo curso con gran afán y entusiasmo; en Diciembre las cosas se empiezan a ver de otra forma, tus compañeros se empieza a preocupar por lo suyo y tu trabajo y esfuerzo muchas veces no es recompensado como esperabas; finalmente llega Julio donde si apruebas caminaras victorioso por tu casa y si suspenden escucharas el doloroso "ya lo sabia yo".

Lo mismo en fútbol, cuando la derrota acecha el estadio en la grada se oirá esa maldita frase, aunque en pretemporada todo parecía por lo menos ilusionante para la inmensa mayoría.
 Este bendito deporte es el sentimiento tatuado a fuego en el pecho de muchos, a veces haciendonos grandes y otras llevandonos a la mayor de las decepciones.

Sea como sea el conjunto, llamado club, debe permanecer unido, siendo la afición el aliento en cada partido sin tapujos ni prejuicios, porque solo así un equipo se hace grande.

De Madrid a Munich


Día muy especial, el Bernabéu se viste de gala para volver a vivir una noche mágica. Volverá a sonar la música de la Champions y en el césped dos de los históricos de dicha competición europea (Real Madrid vs Bayern de Munich) no se darán tregua por ver quien llega al sueño de cada aficionado "la final de Munich".

Se espera un partido épico, el Bayern llega con una ventaja escasa pero no por ello poco importante para un partido de este calibre. Ninguno de los dos equipos se puede ni creo que quiera colgarse la vitola de favorito; no obstante, el Madrid muy motivado tras la victoria a domicilio sobre su eterno rival esperara revivir una de esas noches en las que la comunión con la grada del Bernabéu es increíble y les empuja a una remontada inolvidable como en otras citas importantes de antaño.

Me imagino un partido donde las armas de ambos equipos son bastante claras, un Real Madrid muy disciplinado y contundente en labores defensivas que se despliega a la contra encontrando campo rival con transiciones muy rápidas y de forma muy vertical; mientras que el Bayern no tan completo en defensa pero arrollador en su juego afrontará un partido en lo táctico muy completo defensivamente, para en ataque salir  bien abiertos a bandas con sus dos jugadores estrella en un gran momento (Ribery y Robben) intentando ganar línea de fondo para poner balones a su artillero Mario Gómez, capaz de hacer gol con cualquier superficie.
No olvidemos que se podrá vivir una lucha cuerpo a cuerpo muy bonita en el centro del campo con jugadores de ambos equipos muy potentes en el aspecto físico y con gran trato de balón.

De todas formas, el paso de los minutos y las circunstancias que se vayan reflejando en el luminoso hará del partido algo mas bello, abierto, de ida y vuelta, a la caza del gol que de el pase a la final; o por lo contrario, un partido en el que sólo uno de los dos tenga que ponerlo todo mientras el otro trata de templar el juego y posicionarse muy bien en el campo mientras pasan los minutos, aunque tengo dudas que estos dos sean en este aspecto grandes especialistas.


Lo que está claro es que será una noche para el recuerdo en la que todos esperamos que nuestro equipo español alcance la gloria y vuelva a estar donde le corresponde, en una final de la "Champions league".

martes, 24 de abril de 2012

Todo o nada.

 BARCELONA-CHELSEA 

Esta noche, a eso de las 22:30 si la prórroga no lo impide, conoceremos el primero de los equipos que se darán cita el 19 de Mayo en la ansiada final de Múnich.

Los dos equipos llegan en momentos de forma y ánimo muy diferentes, que pueden jugar un gran papel en el partido:

Por un lado, el Chelsea llega con el inmejorable resultado de 1-0 a su favor, en vista de cómo se desarrolló el partido de ida, y ante la gran oportunidad de eliminar a uno de los máximos favoritos para alzarse con la Champions. A su vez, plantarse en la final supondría estar un paso más cerca de la competición con la que sueña su dueño, Roman Abramovich, desde que éste desembarcara en el club londinense en 2003.

Por otro lado, el Barcelona llega al crucial partido consciente de que se juega gran parte de la temporada, ya que tras perder la Liga en el tropiezo en casa con el Real Madrid, y a pesar de tener que disputar la final de Copa, caer eliminado de la Champions supondría una gran decepción para la hinchada culé. Los azulgranas se encuentran ante el reto de alcanzar su segunda final de Champions consecutiva, y la cuarta desde que disputaran la de París en 2006. 

Para ello tendrán que eliminar a un Chelsea que seguro va a plantear un partido como el de la ida, con incluso más convencimiento en su planteamiento defensivo dado el resultado favorable. Jugarán con dos líneas de 5 jugadores en labores de contención para intentar deshacer el juego de toque del Barça, y con un delantero descolgado para intentar cazar alguna contra que ponga el partido muy cuesta abajo para los Blues. Queda la duda de si Drogba se recuperará de sus molestias y será de la partida o finalmente jugará Fernando Torres.

El Barça presentará su alineación de gala, y tendrá que buscar alguna alternativa solvente a su juego para buscar el gol frente al cerrojo defensivo de los de Di Matteo, cosa que no han sabido hacer en sus últimos dos choques.

Por el bien del espectáculo, esperemos que los culés puedan marcar pronto, lo cual abriría el partido y obligaría al Chelsea a buscar el gol, deshaciendo la intensa línea defensiva y ofreciéndonos un fútbol más vistoso.

Lo que es seguro es que disfrutaremos de un gran partido, como no puede ser menos en la vuelta de una semifinal de Champions.

Que gane el mejor.

lunes, 23 de abril de 2012

El pueblo opina.

Con estas líneas espero poder expresar el pensamiento de mucha gente, amantes de este deporte, un deporte tan simple formado por dos equipos de 11 jugadores y una pelota inquieta, que nunca descansa.

Todos los aficionados a este deporte tenemos un equipo, un sentimiento hacia él y una necesidad de verle ganar. En este lote incluyo a la gran mayoría de comentaristas deportivos que en muchas ocasiones se hacen llamar “ecuánimes”, tienen su debilidad, estoy seguro. Nosotros sentimos unos colores, tenemos un por qué que nos hace identificarnos con él, aunque en la actualidad, en muchos casos, ese sentimiento se va perdiendo.
Se pide a gritos una representación con gente de la casa, formados en sus respectivas canteras y que sepan el significado de esa camiseta, que el elegido que vaya a jugar con nuestro humor del domingo por la tarde, sepa lo que se está jugando. Queremos que ese tipo sea un conocido del primo de Juan el vecino del cuarto que apenas saludamos en el ascensor. Lo más probable será que no vayas a tener ningún trato con esa persona, pero simplemente que sea "conocido del primo de Juan el vecino del cuarto" te crea cierto sentimiento de cercanía. Pedimos un fútbol simple, que no esté repleto de agentes FIFA ¿ porqué el futuro de un jugador puede depender en muchos casos que su agente y no de su talento? , ¿Por qué?, diría alguien que todos conocemos. Hay que entender que en la actualidad esto no es posible, que el fútbol ya no es “sólo” 11 contra 11, existe una gran parafernalia alrededor de este deporte. En su día evolucionó el fútbol dentro del campo, tarde o temprano tendría que evolucionar fuera y este momento ha llegado, y a muchos, incluido un servidor, nos cuesta convivir con ello.

Pablo Fernández Peñalva.
@14Polxi

Fútbol internacional

Bienvenidos al espacio de fútbol internacional.

Esta semana vemos estrictamente necesario dar un repaso y comentar la situación en la cabeza de la liga inglesa. Sólo un fin de semana después del clásico español donde prácticamente se resolvió la liga a excepción de un descalabro blanco, los amantes del fútbol podremos volver a disfrutar de lo que será una gran final en la "Premier League", uno de esos partidos que pueden quedar en la retina de muchos por su nivel.

Los "citizens" dirigidos por Roberto Mancini toman aire tras sacar adelante su partido contra el Wolverhampton(2-0), con un rehabilitado "Apache" Tévez que volvió a lucir como titular siendo el mejor escudero para el "Kun" Agüero y muy bien flanqueados por la indiscutible calidad de nuestro internacional David Silva y el francés Nasri, que vio puerta para dar el segundo gol y la tranquilidad a su equipo en los compases finales del partido.

No corrieron la misma suerte los de Ferguson en Old Trafford. Tras un inicio dubitativo en el que se adelanta el Everton dejando la grada entre murmullos, Rooney vuelve a echarse el equipo a la espalda para sacar adelante un partido que presumía complicarse. Ya en los compases finales y con un 4-2 en el luminoso los diablos rojos dejaron escapar dos puntos concluyendo el partido en empate(4-4).

Este resultado les deja un pobre colchón de tres puntos con el que deberán ir este fin de semana al Etihad Stadium a medirse en una trepidante final a un ManCity que llega en un gran momento de forma y con toda la artillería dispuesta a golpear fuerte para certificar sus aspiraciones al título.

Sin duda no podremos faltar a esta gran cita futbolística entre dos de los gigantes mundiales.
El viernes analizaremos aquí mismo en el prepartido: cuales serán las claves del choque desde nuestro punto de vista, las sensaciones que llegan desde Inglaterra y analizaremos los posibles onces que se presenten durante la semana.


domingo, 22 de abril de 2012

La Liga es blanca.

Así lo vio un madridista.

F.C. BARCELONA 1-2 REAL MADRID


Disculpen que tire piedras contra mi propio tejado. Dice la gente que sabe más de la vida que yo, sepa más o menos de fútbol, que el fin justifica los medios. Aquí tenemos nuestra Liga. Para la gran mayoría, del partido de ayer sólo queda el resultado. La ansiada victoria que devuelve la corona a la casa blanca -no espero sorpresas-, después de tres temporadas de dictadura blaugrana. Absoluta dictadura, al menos con la pelota. Pero algunos pasionales, sin poder borrar la enorme sonrisa que deja el dulce sabor de una victoria tan complicada, aún recordamos aquella frase que un día nos regaló Jorge Valdano. "Ganar queremos todos, pero sólo los mediocres no aspiran a la belleza". Llámenme romántico.

El partido lo vimos todos. El Barcelona salió como debía, valiente, con defensa de tres y la firme intención de hacer valer, una vez más, su estilo de juego. Mourinho sorprendió repitiendo la alineación que tan poco fútbol había demostrado hacía apenas media semana. Esta vez, quizás alguien les recordó lo que ayer pedí a gritos, parecieron comprender que el nombre, era lo que menos importaba de su camiseta. Y ni siquiera el fútbol de control total puede detener las impetuosas embestidas de un merengue orgulloso. Cuando salen once hombres a defender de verdad ese escudo, todos sabemos el resultado. El conjunto de Pep Guardiola intentó mover la pelota, pero el Madrid corrió detrás de cada balón como si fuera el último, se dejó el alma en cada carrera y acercó el peligro a la meta de Valdés. Hasta el minuto 17.

El gol nos devolvió a nuestro lugar de estas últimas temporadas. Resucitó el complejo de equipo pequeño. No digo que tuviéramos que perderles el respeto por un tanto, pero lo que volvimos a estar fue asustados. Es cierto que incluso el empate bien valía una Liga. Pero no te olvides ahora Florentino, que cuando hablas de los valores del Real Madrid, que supuestamente defienden con tanto arraigo Mourinho y compañía, siempre hablas del orgullo, y jamás, de tener miedo. Un equipo ordenado atrás, sin voluntad de jugar a nada, robando balones y pegando arriba. Ni siquiera se atisbó una mínima intención de jugar a esto del fútbol. En ese momento me acordé de Valdano.

El Barça siguió a la suyo, tocando y tocando, tal vez demasiado, sin verticalidad, conscientes de que la pelota nunca se cansa y si los rivales. Pero esta vez no llegaban con peligro. La defensa madridista cumplió, pero eran incapaces de armar una contra. Di María no hilaba fino, Özil parece un veterano dejando destellos antes de su retirada y a Cristiano le gusta hace la guerra por su cuenta, olvidándose de que siempre obtiene así peor resultado. Sólo Benzema, excepción de los blancos, controlaba la pelota sin temor y parecía querer quedársela, jugar con ella. Excelente partido del francés que necesita pareja de baile, pero ese es otro tema.

No estaba siendo el mejor partido del conjunto blaugrana, pero hay que tener en cuenta que esta vez no estaba el Levante en frente. Esta vez los huecos no aparecían, y cuando los encontraban, bien Casillas, el desacierto culé o los defensas blancos disipaban el peligro. Messi, que parecía el que viste la albiceleste, recibía siempre demasiado lejos del área, dónde sigue asustando a la zaga, pero no genera el mismo peligro. Pero antes o después tenía que llegar el empate. Hay veces que los resultados no reflejan lo visto en el campo, pero el Dios de la justicia a veces se aparece a dar a cada equipo lo que se merece.

Da rabia que sólo sea ante la adversidad cuando saquen el coraje. Al menos, pusieron fin al bochornoso espectáculo, y lavaron la imagen que durante más de 50 minutos dieron de equipo mediocre de barrio -¡qué diría Don Santiago si levantara la cabeza!-. Volvió a campear por el césped la casta que se les presupone, sólo por vestir de blanco, y volvieron a ponerse por delante. La entrada de Esteban Granero cambió el encuentro. Es cierto que al Barcelona se le escapaba la Liga, y que a todo el mundo, por mucho que guste el fútbol en corto, se le acaba la paciencia. Pero el canterano dio un aire nuevo al equipo de Mourinho, que bajó la pelota, buscó combinar, no al estilo de la Masía, pero tocando por abajo antes de dar el pelotazo. Creo que Xabi Alonso pide a gritos un compañero de este corte, pero también será cuestión de otro día.

Al final, alegría en Madrid y tristeza en Barcelona. Quizás tengan razón en que lo más importante sea el resultado. Me gusta el traje de equipo campeón, pero a medida, no sintiendo que le quedaría mejor a otro.

Se acabó.

Así lo vio un culé.

F.C. BARCELONA 1-2 REAL MADRID

Tras la fulgurante remontada que el Barcelona estaba llevando a cabo en las últimas jornadas, ayer a las ocho de la tarde asistíamos a la enésima edición de "El Partido del Siglo". Los dos mejores equipos del mundo, enfrentados frente a frente en una batalla que depararía el final de la liga, como así ha sido, o aseguraría cuatro últimas jornadas de infarto, en el caso de que el Barcelona hubiese sido capaz de llevarse la victoria.

El partido comenzó con un Real Madrid buscando la portería de Víctor Valdés desde el primer minuto, y un Barcelona espeso que intentaba encontrar sus señas de identidad y hacerse con el control del juego sin conseguirlo. Los blancos, mucho mas acertados en cada balón dividido en todas las parcelas del campo, y con mucha más fe en su juego, se adelantaron rápido merced a un tanto de Khedira tras una jugada embarullada en el área. El gol asestó un duro golpe a la moral de los azulgranas, que veían como se ponían por detrás en el marcador sin apenas haberse acercado a la portería de Casillas.

 
El Madrid mandaba hasta el gol, pero Mourinho, sabedor de que todo lo que no fuera una victoria azulgrana valía más que de sobra para sus aspiraciones ligueras, decidió retrasar las líneas y ceder el mando absoluto del partido a su eterno rival.
El partido, a partir de ese momento, comenzó a ser lo habitual en los clásicos de los últimos años: Una sucesión de pases, pases y más pases del Barcelona con el fin de encontrar los huecos para provocar ocasiones de gol, y un Madrid bien armado atrás, y cuya clara premisa era la de recuperar balones y buscar rápidamente a Özil, Di María o Cristiano en busca de una de sus letales contras.

El conjunto catalán pudo poner las tablas en el marcador gracias a alguna ocasión de Tello y sobre todo a un mano a mano que Casillas detuvo a Xavi, pero su juego era mucho menos brillante que en otras ocasiones, ya que el Madrid defensivamente rozaba la perfección. Con el merecido 0-1 se llegó al descanso.

Tras la reanudación, los minutos pasaban y el Barça no era capaz de abrir el cerrojo planteado por el técnico portugués del Real Madrid. Los catalanes tienen la gran suerte de contar en sus filas con el mejor jugador del mundo, y a su vez, la gran desgracia de que cuando Leo Messi no marca, les cuesta horrores perforar la meta rival. Ayer, así como el miércoles en Stamford Bridge, el argentino sufrió un gran marcaje por la defensa rival, lo cual le impidió ser el jugador decisivo que acostumbra, suponiendo esto un gran perjuicio para su equipo.


Finalmente Pep Guardiola movió ficha y dió la alternativa al tocado Alexis Sánchez, que prácticamente en su primera intervención consiguió el empate para los culés. El tanto era un soplo de aire fresco para unos, y un gran golpe para otros, que veían como el partido se les complicaba en gran medida. El Barcelona se venía arriba en busca del segundo gol cuando apareció la magia de Özil. El alemán, bastante gris durante todo el partido, se inventó un pase al espacio para Cristiano, que el portugués no desaprovechó. Gol psicológico que echó por tierra todas las ilusiones barcelonistas. Cristiano nos volvió a deleitar con una de sus habituales celebraciones, que son en realidad la causa por la que es pitado por los aficionados de todo campo que pisa, y no por "ser guapo, rico y gran jugador". Él sabrá.

Tras el tanto, el Barça se vino abajo y fue el Madrid quien gozó de alguna ocasion clara para cerrar el partido. Al final, el marcador no se movió y el conjunto de Mourinho consiguió su primera victoria en el Camp Nou desde que el luso se sienta en el banquillo. Partido igualado del que el Madrid fue justo vencedor, ya que fue claro dominador en el aspecto táctico del partido, en defensa y sobre todo en ataque, ya que aprovechó sus ocasiones en momentos clave del partido.



Lo más negativo del partido, es que nos quedamos sin liga a falta de cuatro jornadas que prometían ser apasionantes, y lo más positivo, aparte de la consecución del campeonato para los aficionados blancos, es que fue un partido tranquilo. La ausencia de polémica y juego duro asegura la paz en la Selección en año de Eurocopa, que en vista de acontecimientos anteriores, y por vergonzoso que sea, no es poco.

sábado, 21 de abril de 2012

Al principio fue el balón

Antes dije fútbol, cuando era cosa de hombres, y no de marcas registradas, cuando sólo estaba el césped y la pelota. Me imagino que en tal día como hoy, la gente iría a este partido cómo un romano al Coliseo, con la sedienta necesidad de espectáculo. Nadie se estaba jugando la vida, pero ésta no valía mucho más que el orgullo de vestir una camiseta. Claro que eso era antes, cuando el fútbol era del pueblo y para el pueblo. Incluso cuando compraron los colores, las gradas y pusieron precio a las ilusiones. Incluso entonces era fútbol. Al menos el dinero se movía con el corazón.

Ahora, administran el mayor entusiasmo de medio país, un puñado de empresas y de señores con maletines que sienten la mayor de las indiferencias por el balón y los estúpidos que llenamos sus bolsillos. Sólo espero que se hagan todos lo suficientemente ricos cómo para que al final, consigan cuadrar el marketing y los horarios televisivos, y nos devuelvan el fútbol tal y como siempre lo hemos querido.

Me gustaría que esta noche salieran al campo hombres, no nombres, a pelear cada pelota como si fuera la última. Señores que no se tiren al suelo por un golpe que no tumbaría a la menor de sus hijas. Caballeros que no se ahorren ninguna de las patadas al adversario, pero que jamás olviden extender la mano. Sé que esta noche no será esa noche. Y mañana hablará la prensa rosa, que ahora también llaman deportiva, de lo que dijo un entrenador que no me importa, porque no lo he visto correr, o la decisión equivocada de un árbitro, que consuela al que no sabe disfrutar de lo que debería ser un gran partido.

Por suerte, aún quedamos unos cuantos, que después del fanatismo y el escudo que no podemos arrancarnos, antes de justificar de cualquier manera un buen resultado esta noche, seguimos anteponiendo el honor y la belleza que aún le tiene que quedar a este deporte en algún lado.