Así pasan las cosas en el fútbol. Tienen que meterte un gol, y que celebren otro en el tiempo añadido a cientos de kilómetros. Y de repente, ocurre. Parece imposible que metan dos goles en el descuento para arrebatar un título de Liga, hasta que pasa. A veces al fútbol no se juega con las piernas, sino con el corazón. Eso marca la diferencia en estos casos. Ha sido una jornada muy intensa, sobre todo en las grandes Ligas Europeas.
En Italia dejamos hasta cuatro NOMBRES, con mayúscula, con promesa de entrada. No sería justo regalarles sólo un par de líneas hablando de los finales de Liga y Premier. A los que nos gusta este deporte sabemos que Del Piero, Gatusso, Inzaghi y Nesta se merecen algo más. Lo dicho, asuntos pendientes. Asuntos importantes.
Volviendo a los finales de infarto. En Inglaterra estaba el campeonato en juego. Hoy los niños ingleses han comprendido porqué sus padres se desviven por este deporte. Señora, si su hijo no se come la sopa, póngalo a ver el partido del City. El mundo estaba con la boca abierta. Manchester estaba paralizada. Los Diablos Rojos no se podían creer que los citizens se dejaran remontar por el QPR un 1-0 en casa. Con uno menos le habían dado la vuelta al marcador. Quedaban treinta minutos, y la pelota no tenía previsto entrar. Sólo cuando el cuarto árbitro sacó los cinco minutos de añadido, y el United ya celebraba el título, se obró el milagro. Parece mentira que no se acuerden ellos de todo lo que puede pasar en 2 minutos. Así ganaron una Champions hace algo más de una década, y así perdieron ayer una Liga. El empate llegó en el 92, cuabdo Mancini ya tenía toda la artillería en el césped. En el 94 el KUN, desató la locura. Realmente increíble. Fútbol, en esencia, en estado puro. Para disfrutar.
Poco después, nos llegaba el turno. En España el cielo de Europa y el infierno de Segunda seguían abiertos. Las primeras partes fueron de tanteo, envidando más por probarse que por sacar algunas piedras. Nadie quiso jugar, todos esperaban el primer órdago para decidir la tabla. Los primeros en hablar fueron el Madrid de los récords, que dejaba al Mallorca fuera de Europa; y el Málaga de Pellegrini, que no dejaba opción a las fábulas atléticas y levantinas de robarles su puesto de Champions. Eso mandaba al Sporting a segunda. Quedaba la tercera plaza en el aire.
El Levante puso el broche de oro a una tremenda campaña y se adjudicó la última plaza europea, que con tantísima justicia se han ganado a pulso. Fuera se quedó el Osasuna, que hizo los deberes en el Sardinero pero no fue suficiente. A falta de pocos minutos para cerrar el campeonato, el Zaragoza ganaba 1-0 en Getafe, el "Submarino amarillo" empataba con el Atleti a nada, como el Granada en Vallecas. Un gol en cualquiera de los estadios alteraba el curso histórico de los cuatro equipos que peleaban por salvarse. Estaba el Rayo en Segunda.
Quedaba muy poco tiempo, y el Zaragoza golpeaba otra vez. Los de Jiménez obraban el milagro. Habían sido equipo de segunda hacía pocos meses, y su segundo gol de ventaja les daba la calma, y la salvación. Que se hayan salvado es digno de admiración. En la segunda vuelta han hecho números de meterse en Champions. Esto reducía el mundo a dos estadios, uno en un barrio madrileño y el otro en una pequeña ciudad de la Comunidad Valenciana que se ha hecho enorme con este deporte. Las lágrimas bañaban el estadio de Vallecas. No había minutos para la machada. Los empates salvaban a los de Granada y al conjunto de Lotina. Entonces El Tigre golpeó en el Madrigal. No cundía el pánico. Las tablas del otro encuentro les valían. Pero el descuento le sobra a una leyenda como Raúl, digo Tamudo, para poner todo patas arriba. Otro Tamudazo histórico. Hay gente que parece tener cuerda eterna. Fiesta en Vallecas, ambos conjuntos se salvaban. No les dio tiempo siquiera a asimilar el golpe en Villareal, que se enteraban del fracaso de camino al vestuario. Golpe muy duro para un equipo dónde se hacen muy bien las cosas, de arriba abajo. Severo correctivo para un equipo machacado por la inestabilidad de entrenadores y las lesiones.
Por cierto, en Qatar presentaron a Raúl, con un nuevo 7 que honrará. Pero eso si que es cuestión aparte. Habrá tiempo para todo. Apoteósico final de Liga. Alegría par algunos, tristeza para otros. El fútbol es así, toca repetir.
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